Coged un espejo y espolvorearlo con polvo de dragón.Después colocad un zafiro u otra piedra preciosa ante la guarida del dragón.Cuando este salga atraído por el brillo de la gema, sacad rápidamente el espejo para que el dragón vea su propio reflejo, y gritad:<<Ecce Narcissus draco pulchirremus!>>Este conjuro amansa al dragón,¡pero no bajéis la guardia,pues su efecto acabará desvaneciéndose!
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