lunes, 4 de octubre de 2010

Mi primer Cibeles

Artículo publicado el 23 de septiembre de 2008 en la revista digital Neomoda

A los que nos mueve el mundo de la moda, nos une una característica común, y no me refiero precisamente al gusto, si no a la vocación. Es algo que sabes que siempre estuvo ahí, que siempre te ha gustado. Somos personas luchadoras e inconformistas que peleamos por hacer un mundo diferente, no se si más fácil o más bello, sólo se que distinto.

Con esa intensidad tan grande lo vivimos todo, y con una aún mayor esa primera vez donde empiezas a soñar despierta, donde te planteas que quizás aquella ilusión que siempre has tenido se materialice. Por que sin saber como te ves envuelta dentro del sueño, tus esfuerzos por fin comienzan a dar sus primeros frutos, por que empiezan a contar contigo, y es cuando por primera vez en tu vida, escuchas esas palabras que resuenan en tu cabeza como cánticos celestiales: Y aunque sabes que empiezas desde abajo, que tu lugar hoy por hoy está en la sombra, te reconforta estar rodeada de ellos, de los que siempre oíste hablar, de los que siempre has admirado, de esos maestros de la aguja y del ingenio, y que ahora, aunque de manera minúscula te dejan palpar sus obras y apreciar de cerca su trabajo.

Toda esta magia se ve envuelta de mucho estrés, la gente corre por los pasillos del backstage, últimos retoques, prisas y más prisas, y el corazón que se te sale del pecho, estás tan emocionada y quieres estar a la altura y discreta entre bambalinas participas de todo como una más, que aunque de manera insignificante no has dejado de aportar tu granito de arena para que cuando el carrusel comience los aplausos se apoderen de aquel mágico lugar.




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